A partir del misterioso descubrimiento, investigadores científicos establecieron distintas hipótesis que explican su origen.

El rover Yutu-2, que aterrizó en el extremo más alejado de la Luna en enero de este año, encontró una misteriosa sustancia el mes pasado, pero ahora se hizo público el descubrimiento. El rover, que forma parte de la misión lunar Chang’e 4 de China, descubrió la sustancia en un cráter justo antes de entrar en estado de hibernación durante el octavo día lunar. Según informó Space.com, un miembro del equipo que miraba la cámara principal del rover vio el pequeño cráter, que parecía contener material con un color diferente a la superficie lunar circundante. Habiendo visto las imágenes, los científicos lunares decidieron posponer los planes para enviar el Yutu-2 más al oeste y en su lugar ordenaron que revisara el extraño material. El rover, que está en la Luna con la sonda lunar Chang’e-4, se acercó cuidadosamente al cráter y luego apuntó al material de colores extraños.
Fue entonces cuando los científicos hicieron el extraño descubrimiento, aunque hasta
ahora solo han dicho que la sustancia es similar a un “gel con un inusual color”.
Una posible teoría sugerida por investigadores que no participan en la misión
es que la sustancia es vidrio fundido, creado a partir de los meteoritos que golpean
la superficie del satélite.
La agencia espacial china explicó que la misión actual serviría para “levantar el misterioso velo” del otro lado de la Luna, que nunca se ve desde la Tierra, y así abrir un nuevo capítulo en
la exploración lunar humana. Como la nave espacial funciona con energía solar, tiene
que apagarse durante una noche lunar, durante la cual no hay luz solar.
La temperatura en una noche lunar es de aproximadamente -180°C y puede elevarse
durante el día, cuando los componentes aislantes, como las capas de color dorado
fuera del módulo de aterrizaje y el vehículo explorador, los mantienen frescos.
Los resultados de los experimentos de la misión podrían conducir a una nueva
comprensión de los desafíos que enfrentarán los colonos que algún día puedan
habitar nuestro satélite natural. Pero, como ya publicara oportunamente M.E.P.,
esta es la versión oficial.
La otra “verdad” es que China tiene como objetivo encontrar evidencias de vida
extraterrestre en la Luna. Se basan en el hecho de que la cara oculta de la Luna nunca
ha sido explorada antes y que no puede ser vista por los telescopios normales, por
lo que, si hubiera algún tipo de vida, habría permanecido oculta, sin ser detectada
desde nuestro planeta. Más allá de todo esto, la llegada de la sonda Chang’e-4 ha
generado polémica.
A principios de este año una imagen demostró que la misión podría ser un
engaño de la Administración Nacional del Espacio de China dirigido por el régimen
chino. La instantánea en cuestión mostraba una extraña línea dibujada frente al
rover lunar, lo que demostraría que alguien colocó dicha línea por error y se olvidó
de borrarla. O, en otras palabras, que se habría preparado todo en un escenario
artificial. Pero eso es otra historia, ya que la administración china desmintió toda versión.
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